
Sign up to save your podcasts
Or


En el corazón del océano Índico, la isla francesa de La Reunión se transforma cada año en un crisol vibrante donde los ritmos ancestrales dialogan con la vanguardia sonora. El festival Electropicales, que celebra ya más de una década de existencia, se ha consolidado como una cita imprescindible para los amantes de la música electrónica y las culturas del sur global. Su misión: rendir homenaje al pasado a través del sonido del futuro.
Bajo la dirección de Thomas Bordese, fundador del festival, Electropicales ha tejido una narrativa única que entrelaza la música electrónica con las raíces afro-malgaches del maloya, un género tradicional de La Reunión que fue en su momento símbolo de resistencia y de identidad y reconociedo patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO.
“El maloya es mucho más que música, es memoria viva”, explica Thomas Bordese. “Electropicales lo reinterpreta sin desvirtuarlo, para que pueda resonar entre las nuevas generaciones.”
Jako Maron: el deber de memoria
Uno de los artistas más emblemáticos del festival es Jako Maron, pionero de la fusión entre el maloya tradicional y los sintetizadores. Su obra recontextualiza cantos y ritmos ancestrales en paisajes sonoros electrónicos que evocan trance, memoria y resistencia.
Con piezas como “Kaskas an dé” y “Béloubo dann somin”, Maron desafía los límites del tiempo: “Mi música es una conversación con los ancestros”, afirma.
Aleksand Saya: mestizaje sonoro
Otro nombre clave de esta edición es el del artista Aleksand Saya, quien ha desarrollado una identidad sonora híbrida, en la que los instrumentos tradicionales se funden con ritmos electrónicos. Su tema “Kado La” es un manifiesto musical de identidad isleña y global al mismo tiempo.
“La Reunión es una isla de mezcla. Mi música también lo es”, comenta Aleksand Saya, con una sonrisa que revela tanto orgullo como rebeldía creativa.
Nyna Curtis: la mirada extranjera que se vuelve local
La artista residente Nyna Curtis, originaria de Francia continental, encontró en La Reunión un nuevo hogar artístico. Su enfoque ha sido crear puentes entre las sonoridades locales y la experimentación electrónica, desarrollando un estilo introspectivo y sensorial.
“Volverse isleña es un proceso. La música me ayuda a habitar ese tránsito”, dice Nyna Curtis, que ha ganado reconocimiento por su sensibilidad y su innovación.
Kompromat: sin concesiones
El dúo francés Kompromat, integrado por DJ Vitalic y Rebeka Warrior, puso el broche de oro con una presentación intensa y sin filtros. Su set, que incluyó temas como “Lift me up”, “No stranger to heartbreak” y “Traum und Existenz”, electrificó al público con una mezcla de techno industrial y lírica emocional.
“Somos música sin concesiones. Queremos provocar, hacer vibrar, mover algo dentro”, declara DJ Rebeka Warrior.
Más que un festival, un ritual contemporáneo
Electropicales no es solo un evento musical: es un espacio de resistencia, memoria y creación. En La Reunión, donde los ecos del pasado colonial aún resuenan, la música se convierte en una herramienta para resignificar la identidad y celebrar la diversidad.
Y es que, en esta isla volcánica, donde los tambores del maloya se funden con los beats electrónicos, los festivales también pueden ser rituales que invocan a los ancestros para "constuir puentes entre generaciones" según Thomas Bordese, creador del evento cultural.
By RFI Español5
11 ratings
En el corazón del océano Índico, la isla francesa de La Reunión se transforma cada año en un crisol vibrante donde los ritmos ancestrales dialogan con la vanguardia sonora. El festival Electropicales, que celebra ya más de una década de existencia, se ha consolidado como una cita imprescindible para los amantes de la música electrónica y las culturas del sur global. Su misión: rendir homenaje al pasado a través del sonido del futuro.
Bajo la dirección de Thomas Bordese, fundador del festival, Electropicales ha tejido una narrativa única que entrelaza la música electrónica con las raíces afro-malgaches del maloya, un género tradicional de La Reunión que fue en su momento símbolo de resistencia y de identidad y reconociedo patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO.
“El maloya es mucho más que música, es memoria viva”, explica Thomas Bordese. “Electropicales lo reinterpreta sin desvirtuarlo, para que pueda resonar entre las nuevas generaciones.”
Jako Maron: el deber de memoria
Uno de los artistas más emblemáticos del festival es Jako Maron, pionero de la fusión entre el maloya tradicional y los sintetizadores. Su obra recontextualiza cantos y ritmos ancestrales en paisajes sonoros electrónicos que evocan trance, memoria y resistencia.
Con piezas como “Kaskas an dé” y “Béloubo dann somin”, Maron desafía los límites del tiempo: “Mi música es una conversación con los ancestros”, afirma.
Aleksand Saya: mestizaje sonoro
Otro nombre clave de esta edición es el del artista Aleksand Saya, quien ha desarrollado una identidad sonora híbrida, en la que los instrumentos tradicionales se funden con ritmos electrónicos. Su tema “Kado La” es un manifiesto musical de identidad isleña y global al mismo tiempo.
“La Reunión es una isla de mezcla. Mi música también lo es”, comenta Aleksand Saya, con una sonrisa que revela tanto orgullo como rebeldía creativa.
Nyna Curtis: la mirada extranjera que se vuelve local
La artista residente Nyna Curtis, originaria de Francia continental, encontró en La Reunión un nuevo hogar artístico. Su enfoque ha sido crear puentes entre las sonoridades locales y la experimentación electrónica, desarrollando un estilo introspectivo y sensorial.
“Volverse isleña es un proceso. La música me ayuda a habitar ese tránsito”, dice Nyna Curtis, que ha ganado reconocimiento por su sensibilidad y su innovación.
Kompromat: sin concesiones
El dúo francés Kompromat, integrado por DJ Vitalic y Rebeka Warrior, puso el broche de oro con una presentación intensa y sin filtros. Su set, que incluyó temas como “Lift me up”, “No stranger to heartbreak” y “Traum und Existenz”, electrificó al público con una mezcla de techno industrial y lírica emocional.
“Somos música sin concesiones. Queremos provocar, hacer vibrar, mover algo dentro”, declara DJ Rebeka Warrior.
Más que un festival, un ritual contemporáneo
Electropicales no es solo un evento musical: es un espacio de resistencia, memoria y creación. En La Reunión, donde los ecos del pasado colonial aún resuenan, la música se convierte en una herramienta para resignificar la identidad y celebrar la diversidad.
Y es que, en esta isla volcánica, donde los tambores del maloya se funden con los beats electrónicos, los festivales también pueden ser rituales que invocan a los ancestros para "constuir puentes entre generaciones" según Thomas Bordese, creador del evento cultural.

0 Listeners

0 Listeners

0 Listeners

5 Listeners

0 Listeners

0 Listeners

0 Listeners

0 Listeners

0 Listeners

1 Listeners

8 Listeners

0 Listeners

1 Listeners

0 Listeners

0 Listeners

0 Listeners

0 Listeners

36 Listeners

1 Listeners

0 Listeners