Tras la priera cita entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su homólogo interino de Siria, Ahmad al-Sharaa, Erdogan aseguró que ambos trabajarán para preservar la integridad de Siria. En el corazón de los acuerdos están las milicias kurdas que controlan una vasta región fronteriza del noreste sirio con apoyo de Estados Unidos. Al-Sharaa quiere que los combatientes kurdos integren las nuevas Fuerzas Armadas sirias. Pero el gobierno de Ankara las considera terroristas. El analisis de Farid Kahhat, experto en Medio Oriente y profesor en la Universidad Católica de Perú.
El presidente interino sirio Ahmad al-Sharaa visitó al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan para tratar la seguridad en su país, luego de que la coalición de rebeldes islamistas, bajo su liderazgo, derrocara a Bashar Al Asad y asumiera el poder.
Sobre la mesa estuvo especialmente la situación en el norte del país donde fuerzas rebeldes pro-kurdas, respaldadas por Estados Unidos, luchan contra fuerzas pro-turcas. Los ataques israelíes contra presuntos depósitos de armas del antiguo Ejército del régimen de Bashar al Asad también fue tema central de la cita.
En entrevista con Radio Francia Internacional (RFI), el experto en Medio Oriente y profesor de la Universidad Católica de Perú, Farid Kahhat, subraya la influencia de Estados Unidos y de Israel sobre lo acordado entre el mandatario turco y el líder sirio.
"Creo que Estados Unidos e Israel han contribuido a este desenlace. Estados Unidos lo hizo al convertir a las fuerzas kurdas en su principal aliado, sabiendo que las Fuerzas Democráticas Sirias son, a su vez, aliadas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), enemigo del gobierno de Turquía, pais miembro de la OTAN. Estados Unidos no solo los eligió como aliados para combatir al Estado Islámico, sino que, merced a esa alianza, controla una parte importante de los recursos naturales de Siria.
Israel, teniendo la posibilidad de establecer algún diálogo con el nuevo régimen sirio, decidió aumentar la proporción del Golán sirio que ocupa ilegalmente y bombardear sistemáticamente zonas donde presumía que había armamento del Ejército sirio".
Creo que el acuerdo mediante el cual Erdogan y al-Sharaa deciden cooperar contra lo que llaman terrorismo -los kurdos yel Estado Islámico-, y el acuerdo para establecer dos bases aéreas turcas en Siria tienen que ver con lo que acabo de decir.
Las bases aéreas son para prevenir ataques indiscriminados y sistemáticos de Israel por vía aérea, como los que ocurrieron hace unas semanas".
RFI: De los puntos más difíciles para el nuevo Gobierno sirio es justamente ese norteste en donde se están dando combates entre las fuerzas del Kurdistán y las fuerzas pro-turcas. ¿Es posible que con este acuerdo la situación cambie, se pacifique, digamos, esta región de Siria o esta "geografía compartida" como la llama Erdogan?
Farid Kahhat: "Parte del problema es que mientras Turquía no acepte la versión de las Fuerzas Democráticas Sirias de que no son aliadas ni permitirán que el PKK, Partido de los Trabajadores del Kurdistán, opere desde su territorio, la apuesta va a ser a derrotar a los kurdos militarmente.
Por otro lado, el nuevo Gobierno sirio, en aras de conseguir el control del territorio del país, tiene que negociar, por un lado, con milicias que no controla, como las que se enfrentan hoy en día en el noreste de Siria. Y, de otro lado, tiene que negociar con gobiernos extranjeros que cuentan con presencia armada en territorio sirio. Es un equilibrio que va a ser muy difícil de lograr".
RFI: Una de las propuestas del nuevo Gobierno de facto sirio, la coalición de fuerzas rebeldes en el poder, lideradas por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham de Al-Sharaa, es que los kurdos se integren al nuevo Ejército de Siria.
Farid Kahhat: "Eso es lo que dice Ahmed al-Sharaa que se ha negociado. Pero, cuando uno lee declaraciones de dirigentes de esas milicias, no parece que exista tal acuerdo o, al menos ,es un acuerdo de principios, pero el 'diablo está en los detalles'; o sea, cómo se lleva a cabo. Hasta ahora, el problema es que Al-Sharaa ha recurrido fundamentalmente a gente de su propio grupo, Hayat Tahrir al-Sham, que gobernó con él en Idlib, para gobernar al país.
Por ahora, no hay mayor pluralismo en el manejo del Gobierno y, por ende, es difícil creer que si vaya a haberlo en la integración de las nuevas Fuerzas Armadas sirias".