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La OTAN anunció haber plasmado el acuerdo por el que se comprometen a aumentar su gasto en defensa al 5% de su PIB con vistas a 2035. Sin embargo, España asegura haber logrado una excepción, para limitarse al 2,1%, una posición que llevó al presidente estadounidense Donald Trump a amenazar a Madrid con más aranceles. RFI analizó la cumbre de la alianza con Manuel Gazapo, doctor en relaciones internacionales.
La OTAN ha salvado su primera cumbre desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. El gran objetivo era ratificar el consenso para que todos los miembros elevasen su gasto en defensa al 5% de su PIB de aquí a 2035. La Alianza ha anunciado un acuerdo, pero tras su insistencia, España ha asegurado contar con una exoneración para limitar su gasto al 2,1%, gesto que no ha gustado al Presidente estadounidense, que amenazó con cobrar a España esa diferencia de aranceles en comercio.
Manuel Gazapo, doctor en relaciones internacionales por UNIVERSAE, estima que la negativa de España puede ser respetable pero la manera de gestionarlo -y los motivos- afectan tanto a las relaciones internacionales del país como a la imagen de la OTAN: "El Gobierno elegido democráticamente en España ha querido decirle 'no' al señor Trump, lo cual es legítimo. Ahora bien, generarse enemistades ahora mismo con Donald Trump por posiciones de interpretación de defensa creo que no es lo más adecuado ni lo más inteligente en este momento".
"Creo que también la situación en España, para que el resto del mundo lo comprenda, hay una tremenda inestabilidad, muchísima polarización y ahora mismo al Gobierno le podía interesar tener una portada con un enfrentamiento con Donald Trump que pudiese opacar o eclipsar las inestabilidades o los escándalos políticos que estamos viviendo en España a nivel local", prosigue.
Leer tambiénApabullada por Trump, la OTAN sella un aumento histórico de su gasto militar
"Esto que más o menos ha salido finalmente bien podía haber acabado bastante mal, porque ya no solo es un enfrentamiento con el principal y la gran hegemonía mundial que son los Estados Unidos de Norteamérica, sino principalmente porque Rusia busca, y mucho, la fractura o la porosidad de las alianzas y la Alianza de la OTAN tenía que haberse mostrado sólida y unificada bajo una sola voz", concluye.
Sin embargo, más allá de España, la implementación de un gasto del 5%, por mucho que se anuncie, parece muy difícil de alcanzar por parte de los integrantes de la OTAN, según Manuel Gazapo: "A día de hoy un 5% es prácticamente implanteable en ningún país de la OTAN. Esas son las realidades de los números. Los porcentajes de inversión del Producto Interior Bruto de los diferentes miembros son los que son ahora".
Cuando tu Estado está bajo amenaza, se hacen reajustes más severos. Esto en la Europa del Mediterráneo lo vemos muy lejano. En la Europa del Norte no lo ven tan lejano.
No obstante, el experto considera que las inversiones se pueden acelerar de manera desequilibrada en función de las distintas realidades de los países integrantes de la alianza: "Muchas veces pensamos que las cosas son implanteables hasta que tenemos una amenaza existencial como puede ser Rusia. Podemos preguntar a Polonia, a Estonia, Letonia, Finlandia, Suecia o la propia Ucrania".
"Cuando tu Estado, cuando tu modo de vida, cuando tus derechos y tus libertades están verdaderamente bajo amenaza, se hacen reajustes mucho más severos en el Producto Interior Bruto. Esto en la Europa del Mediterráneo lo vemos muy lejano. En la Europa del Norte no lo ven tan lejano. Por lo tanto, sí es mucho más probable que se abra una Europa a dos velocidades en lo que la OTAN se refiere o en lo que respecta a la inversión en producto interior bruto para defensa", termina.
La OTAN anunció haber plasmado el acuerdo por el que se comprometen a aumentar su gasto en defensa al 5% de su PIB con vistas a 2035. Sin embargo, España asegura haber logrado una excepción, para limitarse al 2,1%, una posición que llevó al presidente estadounidense Donald Trump a amenazar a Madrid con más aranceles. RFI analizó la cumbre de la alianza con Manuel Gazapo, doctor en relaciones internacionales.
La OTAN ha salvado su primera cumbre desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. El gran objetivo era ratificar el consenso para que todos los miembros elevasen su gasto en defensa al 5% de su PIB de aquí a 2035. La Alianza ha anunciado un acuerdo, pero tras su insistencia, España ha asegurado contar con una exoneración para limitar su gasto al 2,1%, gesto que no ha gustado al Presidente estadounidense, que amenazó con cobrar a España esa diferencia de aranceles en comercio.
Manuel Gazapo, doctor en relaciones internacionales por UNIVERSAE, estima que la negativa de España puede ser respetable pero la manera de gestionarlo -y los motivos- afectan tanto a las relaciones internacionales del país como a la imagen de la OTAN: "El Gobierno elegido democráticamente en España ha querido decirle 'no' al señor Trump, lo cual es legítimo. Ahora bien, generarse enemistades ahora mismo con Donald Trump por posiciones de interpretación de defensa creo que no es lo más adecuado ni lo más inteligente en este momento".
"Creo que también la situación en España, para que el resto del mundo lo comprenda, hay una tremenda inestabilidad, muchísima polarización y ahora mismo al Gobierno le podía interesar tener una portada con un enfrentamiento con Donald Trump que pudiese opacar o eclipsar las inestabilidades o los escándalos políticos que estamos viviendo en España a nivel local", prosigue.
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"Esto que más o menos ha salido finalmente bien podía haber acabado bastante mal, porque ya no solo es un enfrentamiento con el principal y la gran hegemonía mundial que son los Estados Unidos de Norteamérica, sino principalmente porque Rusia busca, y mucho, la fractura o la porosidad de las alianzas y la Alianza de la OTAN tenía que haberse mostrado sólida y unificada bajo una sola voz", concluye.
Sin embargo, más allá de España, la implementación de un gasto del 5%, por mucho que se anuncie, parece muy difícil de alcanzar por parte de los integrantes de la OTAN, según Manuel Gazapo: "A día de hoy un 5% es prácticamente implanteable en ningún país de la OTAN. Esas son las realidades de los números. Los porcentajes de inversión del Producto Interior Bruto de los diferentes miembros son los que son ahora".
Cuando tu Estado está bajo amenaza, se hacen reajustes más severos. Esto en la Europa del Mediterráneo lo vemos muy lejano. En la Europa del Norte no lo ven tan lejano.
No obstante, el experto considera que las inversiones se pueden acelerar de manera desequilibrada en función de las distintas realidades de los países integrantes de la alianza: "Muchas veces pensamos que las cosas son implanteables hasta que tenemos una amenaza existencial como puede ser Rusia. Podemos preguntar a Polonia, a Estonia, Letonia, Finlandia, Suecia o la propia Ucrania".
"Cuando tu Estado, cuando tu modo de vida, cuando tus derechos y tus libertades están verdaderamente bajo amenaza, se hacen reajustes mucho más severos en el Producto Interior Bruto. Esto en la Europa del Mediterráneo lo vemos muy lejano. En la Europa del Norte no lo ven tan lejano. Por lo tanto, sí es mucho más probable que se abra una Europa a dos velocidades en lo que la OTAN se refiere o en lo que respecta a la inversión en producto interior bruto para defensa", termina.
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