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La Fiscalía General de Rusia informó este 24 de abril que el colombiano Miguel Ángel Montilla fue condenado a nueve años de prisión por supuestamente combatir como mercenario en las filas ucranianas, pero su familia dice que no ha sido informada de la decisión y denuncia irregularidades.
“La única llamada que tuve fue cuando recién lo capturaron, le dejaron hacer una videollamada”: Lizeth Montoya, esposa del colombiano Miguel Ángel Montilla, lleva más de 10 meses sin hablar con su esposo, quien fue capturado por las fuerzas rusas y es acusado de servir al Ejército de Ucrania y participar en combates contra las fuerzas rusas en la ciudad de Krasnogórovka ocupada por Rusia, en el este ucraniano.
Pero su esposa Montoya asegura que él no alcanzó a combatir y que viajó a Ucrania tras aplicar a una convocatoria de unos militares vía TikTok para servir como centinela con el Ejército ucraniano, pues en Colombia era vigilante de un centro comercial.
“Fue una traición”
“Él me decía que estaban necesitando voluntarios y que dependiendo de donde estuviera les iban a pagar, pero en ningún momento él había salido a batallar ni nada de eso. Él recién había llegado, o sea que ni siquiera tuvo una especialización, aunque dice en el contrato que lo tenían que especializar si lo iban a sacar a algún lugar”, cuenta Lizeth.
“Primero llegó a un batallón del 204 y ahí estuvo un mes y no los sacaron a ningún lado. Estaban ahí en unas cabañitas y no les hicieron firmar contrato ni seguro de vida. Entonces varios compañeros se fueron para otro batallón que era el 59. Allá supuestamente también fue culpable un señor que pusieron de supervisor, que se llama Anderson, le decían comandante pero no era un comandante y ese fue uno de los que hizo ese papeleo a la ligera, y los sacó sin ningún ninguna planeación”, prosigue.
“Cuando él me llamó el 29 de mayo me dijo ‘me van a llevar a cuidar un edificio con unos compañeros’. Iban nueve, e imagínese si iban nueve, cómo se iban a enfrentar a la potencia mundial que es Rusia. Entonces sí los llevaron regalados. Eso fue una traición”, señala la mujer.
“No se hacen responsables de nada”
Montoya denuncia que no ha recibido ninguna notificación de la condena de su esposo y lamenta la falta de implicación del Gobierno colombiano y ucraniano, que estaría detrás del contrato con Montilla, que según su esposa aceptó para salvar la deuda de su casa.
“Ya llevo un año esperando algo. Y nada. O sea, no se hacen responsables de nada. Me dicen que me han dado una indemnización por su desaparición, pero que yo tenía que ir a Ucrania a abrir una cuenta de banco para que me empiecen a pagar. ¿Y yo cómo rayos voy a ir por allá?”, denuncia.
Como Montilla, son muchos los expolicías o exmilitares que, a través de campañas por redes sociales, aplican para ir a combatir a Ucrania con la promesa de una suma de dinero consecuente.
Moscú ha denunciado que Kiev utiliza a mercenarios extranjeros como carne de cañón, algo que Rusia castiga con entre siete y 15 años de prisión. Pero según la prensa independiente, el Kremlin también utiliza a miles de extranjeros de países como Kirguistán, India o Cuba en su guerra.
By RFI Español4.4
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La Fiscalía General de Rusia informó este 24 de abril que el colombiano Miguel Ángel Montilla fue condenado a nueve años de prisión por supuestamente combatir como mercenario en las filas ucranianas, pero su familia dice que no ha sido informada de la decisión y denuncia irregularidades.
“La única llamada que tuve fue cuando recién lo capturaron, le dejaron hacer una videollamada”: Lizeth Montoya, esposa del colombiano Miguel Ángel Montilla, lleva más de 10 meses sin hablar con su esposo, quien fue capturado por las fuerzas rusas y es acusado de servir al Ejército de Ucrania y participar en combates contra las fuerzas rusas en la ciudad de Krasnogórovka ocupada por Rusia, en el este ucraniano.
Pero su esposa Montoya asegura que él no alcanzó a combatir y que viajó a Ucrania tras aplicar a una convocatoria de unos militares vía TikTok para servir como centinela con el Ejército ucraniano, pues en Colombia era vigilante de un centro comercial.
“Fue una traición”
“Él me decía que estaban necesitando voluntarios y que dependiendo de donde estuviera les iban a pagar, pero en ningún momento él había salido a batallar ni nada de eso. Él recién había llegado, o sea que ni siquiera tuvo una especialización, aunque dice en el contrato que lo tenían que especializar si lo iban a sacar a algún lugar”, cuenta Lizeth.
“Primero llegó a un batallón del 204 y ahí estuvo un mes y no los sacaron a ningún lado. Estaban ahí en unas cabañitas y no les hicieron firmar contrato ni seguro de vida. Entonces varios compañeros se fueron para otro batallón que era el 59. Allá supuestamente también fue culpable un señor que pusieron de supervisor, que se llama Anderson, le decían comandante pero no era un comandante y ese fue uno de los que hizo ese papeleo a la ligera, y los sacó sin ningún ninguna planeación”, prosigue.
“Cuando él me llamó el 29 de mayo me dijo ‘me van a llevar a cuidar un edificio con unos compañeros’. Iban nueve, e imagínese si iban nueve, cómo se iban a enfrentar a la potencia mundial que es Rusia. Entonces sí los llevaron regalados. Eso fue una traición”, señala la mujer.
“No se hacen responsables de nada”
Montoya denuncia que no ha recibido ninguna notificación de la condena de su esposo y lamenta la falta de implicación del Gobierno colombiano y ucraniano, que estaría detrás del contrato con Montilla, que según su esposa aceptó para salvar la deuda de su casa.
“Ya llevo un año esperando algo. Y nada. O sea, no se hacen responsables de nada. Me dicen que me han dado una indemnización por su desaparición, pero que yo tenía que ir a Ucrania a abrir una cuenta de banco para que me empiecen a pagar. ¿Y yo cómo rayos voy a ir por allá?”, denuncia.
Como Montilla, son muchos los expolicías o exmilitares que, a través de campañas por redes sociales, aplican para ir a combatir a Ucrania con la promesa de una suma de dinero consecuente.
Moscú ha denunciado que Kiev utiliza a mercenarios extranjeros como carne de cañón, algo que Rusia castiga con entre siete y 15 años de prisión. Pero según la prensa independiente, el Kremlin también utiliza a miles de extranjeros de países como Kirguistán, India o Cuba en su guerra.

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