Desde el retorno de Trump al poder en Estados Unidos, cada vez son menos los inmigrantes que siguen creyendo en el famoso eslogan del "american dream". La agresiva ofensiva lanzada desde la Casa Blanca frena el flujo migratorio en la frontera y al mismo tiempo siembra temores entre los latinos ya instalados. A tal punto que muchos, desanimados, ya están planeando regresarse a sus países de origen. Con ellos conversamos en Washington. Reportaje multimedia: audio, texto y video.
Solo el 27% de las personas que viven en Estados Unidos creen en el "sueño americano" según una encuesta de Ipsos y ABC News. Es un proyecto de vida cada vez más lejano para los cerca de 48 millones de migrantes que trabajan en el país para sobrevivir y están ahora a merced de las políticas migratorias de la Administración Trump. El Ejecutivo conservador amenaza con finalizar programas de ayuda, como el TPS (protección temporal), el DACA (que resguarda a quienes llegaron en la infancia) y el de asilo.
Según Diana Fula, activista por los derechos de los migrantes, varias familias la han contactado recientemente porque no quieren seguir escondiéndose y quieren regresar a sus países. “El 'sueño americano' se ha convertido en una pesadilla porque lastimosamente este país no está siendo gobernado con los valores que dice tener", asegura a RFI. "Se ha convertido en una pesadilla porque las comunidades están siendo criminalizadas y nuestra gente perseguida”.
"Tienen miedo hasta de ir a la iglesia"
Aunque el número de arrestos en la frontera sur de Estados Unidos llegó a su punto más bajo en los últimos 25 años, con apenas 8.300 detenciones en febrero, y las deportaciones también hayan bajado considerablemente, los migrantes siguen atemorizados por las campañas de las policías migratorias.
“O sea, creo que ahorita es claro que nuestra gente tiene miedo", concluye Fula. "Tienen miedo de llevar a sus hijos al colegio, tienen miedo de ir a la iglesia”.
La situación de angustia y desesperanza se refleja en la disminución de un 94% en febrero de los cruces hacia Panamá a través del peligroso "tapón" del Darién, en comparación con el año anterior. De hecho, es muy posible que por primera vez, más migrantes crucen el Darién hacia el sur que hacia el norte, según reportes en Estados Unidos.
Para Daniel García, migrante venezolano que hoy trabaja en una barbería del barrio latino de Washington, y que también pasó por el Darién, las duras condiciones económicas llevan a que muchos cuestionen su permanencia en este país. “El sueño americano es todo lo contrario, aquí nadie duerme, aquí es todo el día trabajando, nadie descansa. Aquí uno se toma un día y ya se te descuadra la semana, el alquiler, la comida, todo, ¿entiendes?”
Uno de cada seis dólares de impuestos
La inflación en los precios de comida, alquiler y servicios públicos lleva a que el 62% de las personas en Estados Unidos vivan mes a mes, sin poder ahorrar, según un estudio del Lending Club.
Daniel también quisiera regresar a su país. “Mi objetivo es trabajar lo más posible acá. Trabajar el tiempo que pueda, hacer mi dinero e irme para mi país, montar allá mi negocio, en mi país, tranquilo, cerca a la playa”.
Para todos ellos, Donald Trump parece haber dejado de lado que los inmigrantes representan una fuerza crucial para la económica estadounidense. Cada inmigrante pagó en 2023 uno de cada seis dólares recolectados en impuestos, y representan casi el 20% de la fuerza laboral, según el Consejo Americano de Inmigración. Pero también son esenciales en la otra punta de la economía de la primera potencial mundial puesto que solo en 2024, los inmigrantes consumieron por encima de 1,7 billones de dólares.